En el mundo comercial hay una
situación que se viene dando en los últimos tiempos, y es que, muchas empresas han
pasado de motivar a sus comerciales, como ha sucedido toda la vida, con
incentivos y comisiones por metas alcanzadas y/o superadas, a comunicarles que
el salario base que perciben ya es suficiente motivo para que vendan como
descocidos.
Sucede muy a menudo que las
comisiones llegan muy tarde (meses después de haber cerrado la venta, esto es,
cobrado la venta), o las cantidades abonadas son inferiores, basándose la
empresa en diversos motivos, como por ejemplo, que sus número y los tuyos no
concuerdan, que el talón del banco ha sido rechazado (y tú sabes que el cliente
ha pagado), que los costes del producto X han subido por lo que han tenido que
rebajar unilateralmente el porcentaje pactado, y un largo etc.
Muchas empresas han ido más allá
y han pasado a toda su plantilla de vendedores al mundo del autónomo,
cargándolo con sus gastos de coche, teléfono, dietas, etc.
O sea que, dentro
del cuadrante del empleo, son autoempleados sin empresa propia, en una curiosa
mixtura de empleo autoempleo, donde el empresario no quiere arriesgar nada o
casi nada.
En este nuevo esquema laboral la
cartera de clientes, que tanto trabajo le cuesta al comercial hacer crecer,
como los productos en definitiva son de la empresa, en caso de que esta decida
prescindir de los servicios del vendedor (a coste cero, ya que es autónomo),
sigue perteneciendo a la empresa la cuál percibirá beneficios meses, e incluso
años luego de que el vendedor que captó dicho cliente haya dejado de formar
parte de la misma.
Quedaron muy atrás los tiempos en
que cuando un comercial dejaba la empresa, por el motivo que fuere, ésta debía
abonarle en metálico el correspondiente importe en concepto de “cartera”, que
se cuantificaba según varios parámetros, volumen de venta de cada cliente,
número de clientes, etc.
En este contexto nos preguntamos
¿Dónde encontrar la
motivación para salir a la calle como vietnamitas con un cuchillo entre los
dientes a buscar la venta con la misma actitud de quién se le va la vida en
ello?
¿Cómo motivar a tu equipo de ventas si la política de la empresa es la antedicha?
La respuesta es difícil, casi
imposible de encontrar.
El enemigo más peligroso que puede tener una empresa no
es la competencia, sino sus propios comerciales descontentos y desmotivados,
esta situación le puede acarrear grandes pérdidas a la misma y hasta puede
causar su cierre, sin temor a exagerar.
El departamento comercial es básico
para la vida de la empresa y su éxito o fracaso, además de su profesionalidad, dependen
de su motivación y su actitud, y la
única forma de generar proactividad es hablando el lenguaje que conocemos muy
bien los comerciales, el del dinero.
Hay una frase que me impactó cuando estuve
de vacaciones en EEUU, “no money, no medical”, me la dijeron en Orlando, cuando
necesité atención por una gripe, sin dinero, no te atenderemos, puro, simple, y
brutal.
No se puede pretender tener el
mejor equipo de ventas, a los mejores comerciales, si los sometemos a estas
situaciones.
Es verdad que podemos motivar a nuestro equipo de ventas con
promesas “a futuro”, posibles ascensos (aunque éstos nunca lleguen), premiarlos
con cafeteras o juegos de cuchillos, pero sinceramente ¿ustedes creen que
funcionan éstos métodos?
Pues puede que sí, en el contexto actual, y aquí se
abre el debate: ¿somos capaces de tolerar estas situaciones con tal de mantener
el puesto de trabajo?
La respuesta es afirmativa, lo he visto en empresas de
las cuáles por motivos obvios me reservo el nombre, los comerciales seguían en
la misma sin cobrar las comisiones, aún cuando los pasaron al mundo del
autónomo, y para colmo, ya como autoempleados, aún cuando hacía meses que no
cobraban o casi.
¿Qué hacer como comerciales ante
esta realidad? Aprovechar para capacitarse, reciclarse y aguantar el chaparrón.
No conformarse con la frase “es lo que hay”, utilizar nuestras aptitudes, actitudes y métodos , adquiridos como comerciales para darle vuelta a la
situación.
Buscar nuevos horizontes laborales es una posibilidad.
Este nueva entrada de mi blog La Venta Infalible se
aparta un poco de la docencia de artículos anteriores, pero me parece un tema
interesante para compartir y debatir, espero sus aportes.
Saludos
Interesante. Creo que es muy difícil dar comisiones, porque muchas veces no se sabe si son justificadas o no. Lo importantes es llevar un buen monitoreo sobre los resultados de las personas y de esta manera no solo se identificará cuánto conviene de comisión, sino qué áreas de mejora hay. Les comparto un artículo sobre cómo hacer esto.
ResponderEliminarhttp://blog.kipobusiness.com/field-team-management/parametros-utiles-para-el-monitoreo-de-campo-personal/